Por: Lic/Dplmdo. Rodolfo Méndez
Estimular es favorecer la motivación. La estimulación es un conjunto de acciones diseñadas y aplicadas por el docente para activar los procesos de motivación interna en los alumnos con el objetivo de que se produzca una actitud positiva hacia una situación de aprendizaje determinada.
Con lo anterior lo que quiero decir es que si el docente desea producir actitudes favorables en sus alumnos hacia un determinado aprendizaje, debe diseñar una efectiva estrategia motivacional que incluya: a) Premiación, b) aprobación social, c) Promoción personal y, d) Ambiente.
En la práctica lo anterior se expresaría de la siguiente manera:
a) Premiación: Ofrézcale a sus alumnos algún tipo de recompensa material por cada actitud deseada, por ejemplo; yo les obsequio mini cotillones por llevar sus cuadernos muy bonitos (forrados, coloreados los dibujos, las asignaciones realizadas, limpios, con márgenes trazados, etcétera.)
b) Aprobación social: No vacile en felicitar públicamente a sus alumnos frente a compañeros de clase y comunidad escolar cuando realicen una buena acción o cuando ejecuten una actividad escolar con excelentes niveles de logro. Igual felicitación debe hacérsele a su representante, siendo un buen momento durante la reunión de padres y representantes.
c) Promoción social: Relacionada con la anterior, promocione ante la comunidad escolar las actitudes positivas y el esfuerzo escolar de sus alumnos; una cartelera sería una buena opción.
d) Ambiente: Esfuércese por mantener un ambiente de aula agradable a sus alumnos, para ello organice junto a sus representantes comisiones de trabajo para mantenimiento de mobiliario, pintura de paredes y puertas, ambientación del aula de acuerdo al Proyecto de Aprendizaje que se esté ejecutando, carteleras, actividades culturales, etcétera.
Entendamos que la estimulación progresiva y sistemática en el aula nos ayudará a mejorar la participación entusiasta y el rendimiento escolar de nuestra clase.
Estimular es favorecer la motivación. La estimulación es un conjunto de acciones diseñadas y aplicadas por el docente para activar los procesos de motivación interna en los alumnos con el objetivo de que se produzca una actitud positiva hacia una situación de aprendizaje determinada.
Con lo anterior lo que quiero decir es que si el docente desea producir actitudes favorables en sus alumnos hacia un determinado aprendizaje, debe diseñar una efectiva estrategia motivacional que incluya: a) Premiación, b) aprobación social, c) Promoción personal y, d) Ambiente.
En la práctica lo anterior se expresaría de la siguiente manera:
a) Premiación: Ofrézcale a sus alumnos algún tipo de recompensa material por cada actitud deseada, por ejemplo; yo les obsequio mini cotillones por llevar sus cuadernos muy bonitos (forrados, coloreados los dibujos, las asignaciones realizadas, limpios, con márgenes trazados, etcétera.)
b) Aprobación social: No vacile en felicitar públicamente a sus alumnos frente a compañeros de clase y comunidad escolar cuando realicen una buena acción o cuando ejecuten una actividad escolar con excelentes niveles de logro. Igual felicitación debe hacérsele a su representante, siendo un buen momento durante la reunión de padres y representantes.
c) Promoción social: Relacionada con la anterior, promocione ante la comunidad escolar las actitudes positivas y el esfuerzo escolar de sus alumnos; una cartelera sería una buena opción.
d) Ambiente: Esfuércese por mantener un ambiente de aula agradable a sus alumnos, para ello organice junto a sus representantes comisiones de trabajo para mantenimiento de mobiliario, pintura de paredes y puertas, ambientación del aula de acuerdo al Proyecto de Aprendizaje que se esté ejecutando, carteleras, actividades culturales, etcétera.
Entendamos que la estimulación progresiva y sistemática en el aula nos ayudará a mejorar la participación entusiasta y el rendimiento escolar de nuestra clase.
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