La creatividad es una habilidad innata al ser humano que se manifiesta con intensidades muy variables según la cultura y la tradición a la cual pertenezcan el o los individuos.
La escuela es el ambiente más propicio e idóneo desde el cual se puede estimular al individuo para que desarrolle al máximo su creatividad, siendo el papel modelador y formador del docente un excelente estímulo para lograrlo.
El docente debe estar muy atento a detectar, registrar y estimular toda forma de manifestación creativa de sus estudiantes para luego documentarla en evidencias concretas que permitan la difusión y promoción de la misma.
Como ejemplo concreto de lo anteriormente señalado hago referencia al siguiente hecho que ocurrió en mi escuela con ocasión a la Semana Santa: los niños en Venezuela suelen utilizar ciertos juegos y juguetes tradicionales como por ejemplo la Perinola como actividad de distracción y competencia.
Pasada la temporada de la Perinola (Semana Santa) el personal directivo decidió prohibir su uso dentro de los espacios de la escuela para evitar distracciones, respondiendo los escolares con la creación de una versión muy venezolana de un nuevo tipo de Perinola; redimensionando su diseño clásico en cuanto a forma y materiales, así como su uso.
La misma consiste en el ensamblaje de dos piezas: la tapa plástica de un embace de refresco y una tuerca de metal unidas con un pabilo (desaparece el palo o cuerpo del juguete clásico).
En cuanto a la forma de usar esta nueva versión de Perinola es muy similar a la clásica variando en el hecho de que al no poseer el palo o cuerpo se debe sujetar en forma envolvente tratando de “enchungar” la tuerca dentro de la tapa de refresco (ver la imagen que es muy elocuente).
Esta nueva manifestación de un juguete clásico como la Perinola pone de manifiesto que los venezolanos somos capaces de desarrollar nuestra creatividad para resolver situaciones problemáticas a fin de adaptarnos a nuevas situaciones de nuestro entorno.
La escuela es el ambiente más propicio e idóneo desde el cual se puede estimular al individuo para que desarrolle al máximo su creatividad, siendo el papel modelador y formador del docente un excelente estímulo para lograrlo.
El docente debe estar muy atento a detectar, registrar y estimular toda forma de manifestación creativa de sus estudiantes para luego documentarla en evidencias concretas que permitan la difusión y promoción de la misma.
Como ejemplo concreto de lo anteriormente señalado hago referencia al siguiente hecho que ocurrió en mi escuela con ocasión a la Semana Santa: los niños en Venezuela suelen utilizar ciertos juegos y juguetes tradicionales como por ejemplo la Perinola como actividad de distracción y competencia.
Pasada la temporada de la Perinola (Semana Santa) el personal directivo decidió prohibir su uso dentro de los espacios de la escuela para evitar distracciones, respondiendo los escolares con la creación de una versión muy venezolana de un nuevo tipo de Perinola; redimensionando su diseño clásico en cuanto a forma y materiales, así como su uso.
La misma consiste en el ensamblaje de dos piezas: la tapa plástica de un embace de refresco y una tuerca de metal unidas con un pabilo (desaparece el palo o cuerpo del juguete clásico).
En cuanto a la forma de usar esta nueva versión de Perinola es muy similar a la clásica variando en el hecho de que al no poseer el palo o cuerpo se debe sujetar en forma envolvente tratando de “enchungar” la tuerca dentro de la tapa de refresco (ver la imagen que es muy elocuente).
Esta nueva manifestación de un juguete clásico como la Perinola pone de manifiesto que los venezolanos somos capaces de desarrollar nuestra creatividad para resolver situaciones problemáticas a fin de adaptarnos a nuevas situaciones de nuestro entorno.
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